Si has oído ese dicho y has intentado ponerlo en práctica, mejor lee esto.
Hace algún tiempo comprendí que la clave del éxito no está necesariamente en ponerse metas muy altas para alcanzar por lo menos algunas más o menos altas. Esto no es lógico. Realmente es algo frustrante, porque quiere decir que realmente no alcanzarás tus metas, y el objetivo básico de una meta es alcanzarla. ¿No crees?
No quiero decir que no sea bueno fijarse metas, sino quiero decir que la clave del éxito no está en la meta, sino está la persona que quiere llegar a la meta. No necesitas ponerle toda la atención a la meta en sí, más bien necesitas ponerte toda la atención en TI.
¿Cómo asi?
¿Has notado que las personas que son exitosas y que han llegado lejos no necesariamente llegaron hasta allí por el simple hecho de proponerselo?, algunas de ellas quizá ahora alardeen diciendo que se lo propusieron desde el principio, pero la clave de su éxito no fue eso, sino más bien fue su forma de ser la que los llevó hasta allí. Fue lo que ellos llegaron a ser como personas lo que les marcó como destino inevitable el éxito. Fue la persona en la que se convirtieron a lo largo del proceso lo que las hizo merecedoras de lo que son hoy.
Por ello debes inviertir tiempo en ti, en aprender a hacer bien las cosas, en tener todos los conocimientos necesarios para tu profesión, esfuérzare en tener una buena actitud ante los problemas, propónte tener los valores correctos en tu vida, permite que Dios te enseñe a vivir, y por favor, comienza todo ello desde ahora.
Alguien dijo "el mejor momento para plantar un árbol es hace veinte años, pero si no lo plantaste en ese momento, entonces hazlo hoy". La única forma de ser mejor mañana, es siendo mejor hoy.
Si te enfocas en esto y comienzas desde hoy, las metas que alcances mañana serán congruentes con el tamaño de persona que llegues a ser. Porque el campeonato no depende de qué tan larga sea la carrera, sino de qué tan capacitado esté el corredor.
Piensa en ello.
domingo, 22 de mayo de 2011
¿Apúntale al Sol para pegarle a la luna? No lo creo.
Publicado por
Eduardo Son
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