
Un dichoso día, visitando una finca en venta se dio cuenta que, mezcladas perfectamente con las rocas del lugar, había partículas de oro en su estado más simple, sin que se notara su brillo por lo que nadie se había dado cuenta. Inmediatamente se puso a investigar y encontró que mediante un sencillo procedimiento físico se podía separar el oro de las rocas y obtener el oro puro, de modo que con mucha alegría puso en venta todos los terrenos que poseía, y para lograr que se vendieran rápido los ofreció a precios increíblemente bajos, pues no le importaba otra cosa que juntar lo antes posible el valor que le pedían por aquellos "terrenos de oro" y así comprarlos inmediatamente.
Felizmente se sabe que este terrateniente se convirtió en el principal exportador de oro de su país y así multiplicó grandemente su fortuna hasta el día de hoy.
La pregunta que quiero hacerte es: si te pasara a ti ¿harías tú lo mismo?
¿Venderías todo lo que tuvieras para comprar un terreno mil veces mejor y más rentable?
¿Acaso te sería difícil tomar esa decisión?
Honestamente pienso que harías lo mismo, y creo que no te costaría decidirte, porque es fácil tomar una decisión si estás seguro de que estás haciendo una inversión inteligente. Todo depende de la seguridad que tengas en la inversión es mejor a lo que tenías antes ¿no es así?
Muchas personas no toman la decisión de seguir a Dios sencillamente porque no tienen la seguridad de que es mejor seguirle que no hacerlo, no tienen fe en Dios, piensan que no vale la pena y menosprecian lo que significa estar con Dios, y le dan más valor a sus propios "terrenos sin Dios" así que prefieren conservarlos y no los venden por nada del mundo, y se quedan así sin Dios en su vida.
Jesús un día dijo: El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. (MATEO13.44)
Solo piensa: ¿Si tuvieras la seguridad de que estar con Dios es mejor, te costaría decidirte hoy a seguirle? ¿Por qué aún no lo has hecho?
Piénsalo un poco y solo deseo que Dios bendiga tu vida hoy con fe para creer. Esa es la clave.
0 comentarios:
Publicar un comentario