Dios todopoderoso, que habitas en el trono más alto del cielo
Y al mismo tiempo habitas en los corazones más humildes,
Porque así como eres de grande, también eres accesible
Para todos aquellos que en santidad y en sencillez buscan tu rostro.
Tu Señor que todo lo puedes, derrama sobre mi vida tu gracia,
Que tu favor me acompañe siempre, y que no encuentres en mi corazón orgullo,
Ni sigan mis pasos sendas torcidas, sino que mi alma llegue a amar la rectitud
Permíteme lograr para mi vida, el propósito tuyo para el que fui llamado.
Solo dame sabiduría y seré entendido, dame fe y seré un hombre de carácter
Dame humildad y habitarás conmigo, dame obediencia y obtendré tu favor,
Guíame y te seguiré, enséñame y aprenderé tus lecciones
Transfórmame y no te defraudaré, úngeme y te serviré
No dejes inconclusa tu obra en mi vida, no dejes de cuidar mis pasos
con tu poder y tu soberanía, con tu amor y con tu disciplina,
Haz de mi la persona que siempre, desde hace tanto tiempo,
Tú has querido que yo sea.
Por Jesús mi salvador, que así sea.
sábado, 20 de agosto de 2011
Salmo No. 2 de Eduardo Son
Publicado por
Eduardo Son
en
23:09
0
comentarios
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook


Etiquetas:
Dios,
Eduardo Son,
Oración,
Pasos,
Salmos