jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Cuándo es tiempo de cambiar?


La verdad es que mucha gente está esperando el “momento indicado” para hacer cambios en sus vidas, y tomar decisiones trascendentales que saben cambiarán el final de su historia para bien… ¿Cuál es el problema? El problema es que ese “momento indicado” nunca llega.
Los vicios, los malos hábitos, las malas acciones “involuntarias”, los pecados ocultos, el desgano por la vida, las cosas incompletas, la depresión “insuperable”, la reticencia a lo que se sabe que es correcto pero no se hace…  todas éstas cosas hacen que se posponga un día más el momento del cambio, y por un día más, la vida sencillamente no resulta bien.

Es como el alcohólico que no puede escapar de su vicio, hasta que realmente reconoce que es un alcohólico y que nunca dejará de serlo, por lo tanto, la meta no es dejar de ser un alcohólico, porque eso equivaldría a negar lo que realmente es, a negarse él mismo.  Por eso el triunfo sobre la adicción no puede ser nunca un triunfo absoluto, porque no sabe si el día de mañana su naturaleza alcohólica le hará caer de nuevo.  Sin embargo, hay personas que, aún siendo así, han logrado mantenerse fuera del vicio por muchos años, y su vida ha mejorado y ha experimentado un verdadero cambio, incluso hasta hacer desaparecer completamente todos los inconvenientes que se habían generado por ser un alcohólico.  ¿Cómo lo logran?  La Respuesta: triunfan un día a la vez
La idea es darle su importancia a cada día, de manera que por la mañana pueda decir: “Yo soy un alcohólico, mi naturaleza me llevará a perder el control con el licor, POR TANTO: Huiré del licor, no me dejaré controlar por él, porque soy por naturaleza alcohólico, y por eso al final de este día, caeré de rodillas para agradecerle a Dios, un día más de sobriedad.  La meta de este día será mantenerme sobrio hasta el final.  Este día, está a punto de ser conquistado. Haga lo que haga, no tomaré licor de nuevo.  ¡Este día me mantendré sobrio!"

Hoy te invito a que hagamos lo mismo, con lo que nos detiene, sea lo que sea.  Empecemos por reconocer que somos imperfectos, por naturaleza, y que tienes una debilidad que te mantiene atado, sin poder despegar, sin poder conquistar tus sueños y desafíos, y entonces, sólo entonces, levántate cada mañana y di: "Soy _________________ por naturaleza, POR TANTO: Huiré de _______________  (llena los espacios). Hoy no me dejaré controlar por ello y al final de este día, caeré de rodillas ante Dios para agradecerle a él un día más de victoria sobre mi problema.  Este día está a punto de ser conquistado, haga lo que haga, no cometeré los mismos errores de nuevo. ¡Este día me mantendré libre de ________________!"

El gran cambio del rumbo de nuestra vida no es necesariamente un “GRAN MOMENTO INDICADO”, más bien la suma de todos aquellos días que conquistamos, es un  cambio constante, una lucha a muerte, día con día, contra nuestro enemigo.  El reto es convertir CADA DIA en una VICTORIA, y convertir cada victoria en un motivo para caer de rodillas y agradecerle a Dios por el rumbo que lleva nuestra vida.


¿Cuándo es tiempo para cambiar?  La respuesta es: SIEMPRE!   Siempre es tiempo para cambiar.
TEN ANIMO!  TEN FE!
TEN CONFIANZA EN DIOS!  Y CONQUISTA CADA DIA DE TU VIDA!

martes, 24 de abril de 2012

Salmo No. 3 de Eduardo Son



Esta noche rompo el silencio de mi boca,
Esta noche desato las palabras de fe para mis labios
Me declaro libre para profetizar tu voluntad sobre mi vida
Y alzo mi voz para invocar tu nombre sobre mis caminos.

Decido hoy, Dios todopoderoso, no callar tus propósitos buenos y deseables
Tus bendiciones, tus benignidades, tu favor para conmigo,
Haré notorio el gozo de habitar en tu presencia
Confesaré a cada paso tu compañía,
Escogeré estar en el lugar de la bendición,
Y con denuedo hablaré mi salvación.

¿Por qué habré de sentirme solo?
¿Por qué he de creer en lo negativo de mi vista?
¿Qué beneficio tendrá el permanecer callado?
¿Acaso el silencio mudo cambiará mi suerte?

Gracias Dios por darme labios, darme vida
Gracias por la voz que puede alzarse
Para cambiar el destino de mis pasos,
Para alentar la luz que se extinguía,
Y finalmente gracias doy también por esta noche
Que sé por fe, que cambiará mis días.





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