martes, 24 de abril de 2012

Salmo No. 3 de Eduardo Son



Esta noche rompo el silencio de mi boca,
Esta noche desato las palabras de fe para mis labios
Me declaro libre para profetizar tu voluntad sobre mi vida
Y alzo mi voz para invocar tu nombre sobre mis caminos.

Decido hoy, Dios todopoderoso, no callar tus propósitos buenos y deseables
Tus bendiciones, tus benignidades, tu favor para conmigo,
Haré notorio el gozo de habitar en tu presencia
Confesaré a cada paso tu compañía,
Escogeré estar en el lugar de la bendición,
Y con denuedo hablaré mi salvación.

¿Por qué habré de sentirme solo?
¿Por qué he de creer en lo negativo de mi vista?
¿Qué beneficio tendrá el permanecer callado?
¿Acaso el silencio mudo cambiará mi suerte?

Gracias Dios por darme labios, darme vida
Gracias por la voz que puede alzarse
Para cambiar el destino de mis pasos,
Para alentar la luz que se extinguía,
Y finalmente gracias doy también por esta noche
Que sé por fe, que cambiará mis días.





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