La verdad
es que mucha gente está esperando el “momento indicado” para hacer cambios en
sus vidas, y tomar decisiones trascendentales que saben cambiarán el final de su historia
para bien… ¿Cuál es el problema? El problema es que ese “momento indicado”
nunca llega.
Los
vicios, los malos hábitos, las malas acciones “involuntarias”, los pecados
ocultos, el desgano por la vida, las cosas incompletas, la depresión “insuperable”,
la reticencia a lo que se sabe que es correcto pero no se hace… todas éstas cosas hacen que se posponga un
día más el momento del cambio, y por un día más, la vida sencillamente no
resulta bien.
Es como
el alcohólico que no puede escapar de su vicio, hasta que realmente reconoce
que es un alcohólico y que nunca dejará de serlo, por lo tanto, la meta no es
dejar de ser un alcohólico, porque eso equivaldría a negar lo que realmente es,
a negarse él mismo. Por eso el triunfo
sobre la adicción no puede ser nunca un triunfo absoluto, porque no sabe si el
día de mañana su naturaleza alcohólica le hará caer de nuevo. Sin embargo, hay personas que, aún siendo así, han
logrado mantenerse fuera del vicio por muchos años, y su vida ha mejorado y ha experimentado
un verdadero cambio, incluso hasta hacer desaparecer completamente
todos los inconvenientes que se habían generado por ser un alcohólico. ¿Cómo lo logran? La Respuesta: triunfan un día a la vez.
La idea
es darle su importancia a cada día, de manera que por la mañana pueda decir: “Yo
soy un alcohólico, mi naturaleza me llevará a perder el control con el licor,
POR TANTO: Huiré del licor, no me dejaré controlar por él, porque soy por
naturaleza alcohólico, y por eso al final de este día, caeré de rodillas para
agradecerle a Dios, un día más de sobriedad.
La meta de este día será mantenerme sobrio hasta el final. Este día, está a punto de ser conquistado. Haga
lo que haga, no tomaré licor de nuevo. ¡Este
día me mantendré sobrio!"
Hoy te invito
a que hagamos lo mismo, con lo que nos detiene, sea lo que sea. Empecemos por reconocer que somos imperfectos,
por naturaleza, y que tienes una
debilidad que te mantiene atado, sin poder despegar, sin poder conquistar tus
sueños y desafíos, y entonces, sólo entonces, levántate cada mañana y di: "Soy
_________________ por naturaleza, POR TANTO: Huiré de _______________ (llena los espacios). Hoy no me dejaré
controlar por ello y al final de este día, caeré de rodillas ante Dios para
agradecerle a él un día más de victoria sobre mi problema. Este día está a punto de ser conquistado,
haga lo que haga, no cometeré los mismos errores de nuevo. ¡Este día me mantendré
libre de ________________!"
El gran cambio
del rumbo de nuestra vida no es necesariamente un “GRAN MOMENTO INDICADO”, más
bien la suma de todos aquellos días que conquistamos, es un cambio constante, una lucha a muerte, día con
día, contra nuestro enemigo. El reto es
convertir CADA DIA en una VICTORIA, y convertir cada victoria en un motivo para
caer de rodillas y agradecerle a Dios por el rumbo que lleva nuestra vida.
¿Cuándo
es tiempo para cambiar? La respuesta es:
SIEMPRE! Siempre es tiempo para cambiar.
TEN ANIMO! TEN FE!
TEN CONFIANZA EN DIOS! Y CONQUISTA CADA DIA DE TU VIDA!
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